¿CULTURAINTEGRAL O CULTURA INTEGRISTA?

VILLASANA EN LA FERIA INFANTIL

La sucesión en el IVEC/III y última

A MEDIDA QUE transcurre el mandato de Sergio Villasana Delfín como director del Instituto Veracruzano de Cultura los motivos para su designación asientan su volumen, como si el calor de las semanas hubiera solidificado los surcos cenagosos de los primeros días moldeándolos en bajorrelieves de arcilla. La lectura de las pocas entrevistas concedidas y los comentarios aparecidos en las columnas políticas más longevas, prestigiadas y por ello sospechosas de vocería, uno entiende que detrás de todo este enredo, está la mano visible del gobernador.

Bajo esta luz, el relevo de Esther Hernández Palacios y la designación de un hombre de confianza y lealtad a toda laya pero sin trayectoria como gestor o promotor cultural, como lo ha sido Sergio Villasana, se revelan capítulos de una aventura que comenzó con el mandato, la candidatura diríase, de Fidel Herrera Beltrán.¿Por qué tanto interés en el IVEC? ¿Su Ley oculta algo? ¿Por qué el interés por una nueva Ley? ¿Fidel se propone reformar la concepción de cultura y acercarla a la ciudadanía? ¿Estamos frente a un estadista o ante un corporativista?

Donde manda gobernador vale keke intelectual

ANTES QUE VILLASANA ofreciera entrevista alguna, los motivos de su llegada al IVEC habían sido pregonados por periodistas a quienes o afecta el delirio que los habitantes de la Hélade reconocían fuente de la profecía otro de los paralelismos que hermanan a Xalapa con Atenas, quizá por los subterráneos gases– o bien fungen de voceros. Gracias por informarnos de los méritos de Villasana, de quien ya hemos dicho y señalado han intelectuales de mayor prestigio, como falto de méritos profesionales para dirigir la cultura en Veracruz, que intelectuales no sabemos, pues no podemos andar con nuestra pesita medidora de ICQ* pidiéndole a la gente que nos deje sopesar sus cráneos. Y en fin, que no contentos con informarnos de las razones que nuestro soberano tuvo para defenestrar de la gracia palaciega a la Doctora, los augures delinearon tan sutilmente suelen las pezuñas permitirlo, carpetas y tapices que Villasana y equipo tejerían. Antes entonces de que Villasana informara de a qué llegó y sus cartas credenciales enseñara, sus propuestas que transformarían a la cultura, ya los periodistas, que no los intelectuales, conocían sus intenciones. Es más cuentan que Villasana leyó esas columnas para saber cuáles eran sus planes. Para decirlo claro y dejarnos de estos pinches jueguitos barrocos que nadie entiende y nomás los hago pa ver si leen un poco más despacio: Villasana está en el IVEC para hacer lo que el gober diga. Un boletín de Comunicación Social de GEV sobre la I Jornada Cultural en tu Colonia es ilustrativo: “a sugerencia del gobernador Fidel Herrera Beltrán se busca acercar a todas las colonias populares las diversas manifestaciones culturales” [SIC SIC asic dice] (publicado en El Golfo, 30 de julio).

Ya. Ya no hay responsables de cultura ni de divulgación. El responsable supremo es siempre el Único. El Líder.

Un pejcao con bombín

El viernes 6 de julio, Villasana convocó a un desayuno con “los chicos de la prensa”, que a decir del reportero Milo Vela fue una tomadura de pelo. Cuestionado por el reportero de Notiver en torno a la presencia de Carolina Gudiño en labores proselitistas —como informamos en nuestra segunda parte, publicada en el número anterior de Performance y en el segundo post publicado en este blog con fecha del 19 de julio—. El 8 de julio sin embargo apareció un artículo que resumía la conferencia de prensa. A grandes rasgos Villasana Delfín aseguró que realizaría una política cultural integral “en coordinación con la doctora Ida Rodríguez Prampolini, la Universidad Veracruzana y Radio Televisión de Veracruz, para promocionar y fortalecer la cultura en el Estado”. Añadió que buscarían utilizar “los recintos que dependen del IVEC, mismos que suman 15, siete en Veracruz, cuatro en Xalapa, y los de Orizaba, Coatepec, Papantla y Tlacotalpan, así como a través de las 63 Casas de Cultura en la entidad.” (Notiver, 8 de julio de 2007 ). Posteriormente, Villasana otorgó una entrevista exclusiva a Notiver, donde expone su concepción de la cultura, y de paso, por si quedaban dudas, reconoce que está en el IVEC para instrumentar la idea de cultura que tiene el gobernador. Una corrección: en la nota Villasana se refiere a 62 espacios, en la entrevista a 63 y cuenta como espacios a la casas de Cultura de Coatepec, Papantla y Tlacotalpan… Los espacios entre Xalapa, Veracruz y Orizaba suman 13, no 15. Todo de acuerdo a la página en Internet del IVEC. Señaladas estas pequeñas deficiencias aritméticas cuento el adagio del pez por la boca muere. Destaco en negritas los comentarios significativos. Primero que nada, los comentarios indican claramente: yo no tengo mando el meromero es el Mero Mero —eso de los meros revela que estamos entre peces:

Declarado que los lineamientos vienen de Palacio, Villasana enfatiza que la cultura debe de tener un carácter social:

Al mismo tiempo encontrar el equilibrio para lograr una mayor participación social en los programas que tiene el IVEC.

Más adelante explica que todos los organismos que efectúan labores de promoción cultural en el estado deben de trabajar conjuntamente:

Los tres principios de la cultura
(versión Fidel reloaded región 4)

Resumamos. El eje es una política cultural integral que coordine los programas de las instituciones dedicadas a la promoción de la cultura en Veracruz: la Universidad Veracruzana, Radio Televisión de Veracruz, Culturas Populares, la Secretaría de Educación. Además de coordinar las diversas dependencias, el IVEC proporcionaría sus espacios: recintos históricos, museos, galerías, y casas de cultura. Se desliza por otra parte que la cultura tiene que ser social, que debe llegar al pueblo. Finalmente se señala que debe buscarse el apoyo de las subvenciones de organismos no gubernamentales para completar el presupuesto del IVEC.
Desglosemos y expliquemos motivos y alcances de esta declaración
La idea de que deben de coordinarse los organismos de cultura institucionales no es nueva, se delinea en el libro de Sabina Berman y Lucina Jiménez, Democracia cultural. El propósito es evitar además de duplicidad de funciones, el ahorro, con lo cual el presupuesto resultará más eficaz y eficientemente repartido. Si se cumple el propósito de integrar todos los programas culturales en uno sólo pueden obtenerse mayores logros, ya que las casas de cultura, por ejemplo, podrían invitar a maestros de la UV a impartir cursos o bien presentar alguno de sus grupos artísticos o a los de la SEC. Sólo un reparo: ¿no que la UV es autónoma? ¿no estaría mejor integrar a las regidurías y comisiones de cultura de los ayuntamientos , quienes se supone sostienen a dichas Casas de Cultura?

Eso por una parte. Por la otra: la cultura debe de ser negocio y como tal, entonces privilegiar los festivales, los actos monumentales. En vez de la democracia, la demagogia. Por eso hasta el momento las manifestaciones culturales amparadas y promovidas por el IVEC en este mes de villasanato han sido equívocas. Y no, porque demuestran fehacientemente qué se entiende por cultura. Comprueban por qué los emisarios de Villasana se acercan a los creadores para decir que hay que promover una cultura para el pueblo y no para los exquisitos. Contra estas intenciones les recuerdo la frase de Alfonso Reyes: hay que igualar pero desde arriba. Mientras la noción continúe siendo que el pueblo es tan menso que hay que mandarle comparsitas y talleres de zapateado, la cultura no cambiará. No se trata de destinar el dinero a actividades elitistas sino de otorgar al pueblo elementos para que comprendan el arte en sus diversas acepciones. Es necesario educarlos y mostrarles la importancia de las expresiones artísticas más allá de las expresiones ancilares, populares o comunitarias.

 Por supuesto, siempre será más barato crear un festival que cambiar la enseñanza en educación artística. Festivales y arte abstracto, poesía hermética y fandangos pueden coexistir. ¡Jelooó!

El tercer punto es captar capital privado. Dice Villasana que buscarán crear una Fundación IVEC, para captar dólares o euros. O sea: el dinero no alcanza y no hay cómo aumentar el presupuesto. Dice Villasana “el IVEC solicitó 120 millones de pesos para ejercer en este año y le dieron 73 millones exactamente 50 millones de pesos menos”?
Con la presente administración el presupuesto destinado a la cultura disminuyó cualitativamente con respecto a los presupuestos de administraciones anteriores. No sólo eso: el presupuesto destinado al IVEC es el más bajo –de nuevo cuantitativamente: 73 millones Las instrucciones entonces son más claras: hay que activar el IVEC pero sin que al estado le cueste un peso, la cultura, la sensibilidad, el conocimiento, no son prioridad.
Dos reparos: uno, el estado tiene el deber de velar por la educación y por promover la cultura y la ciencia, como complementos de la formación integral del ciudadano, no es asunto de la iniciativa privada, como no lo son de ésta tampoco la seguridad, la salud, el derecho al trabajo, la infraestructura, sino del Estado que cobra impuestos a cambio de velar por el ciudadano. Dos, el patrón de estas ideas viene de iniciativas gachupas, pero se olvida que en Europa las actividades son patrocinadas por el Estado en 50 o 51 %. Un modelo adecuado es el funcionamiento de la Universidad Veracruzana con su Coordinación Institucional de Procuración de Fondos. Se trata de que la iniciativa privada complete los montos necesarios, pero no que administre y decida cómo promover el arte. Con el modelo que encarnaría en la Ley de Cultura que con tanta avidez se desea promover e implantar, el estado se deslinda de la cultura y se la entrega en bandeja a quien la compre. ¿Quieren pruebas de a dónde nos llevaría eso? La programación de RTV es un buen ejemplo: programas de magia, ensaladas de Lechuga –más seca que el Sahara. Ah, y caravanas musicales con Joe de Lara.

La CTM cultural (versión 4. 0)

HAY UNA INTENCIÓN oculta en estos intentos. Al agrupar todos los organismos e instituciones con fondos públicos en un solo programa, se controlan los actos y manifestaciones estéticas. La idea de un Consejo Editorial del Gobierno del Estado de Veracruz, como lo ha anunciado el gobernador, donde toda editorial queda vigilada por un Consejo, es un ejemplo de esta idea. La forma de consejo se presenta como una figura liberal, democrática, pero al ser controlada por un Elector Supremo, deviene una forma del simulacro, del control. Así, con un supremo Consejo validando qué se realiza y qué no, la capacidad de disidencia se reduce ampliamente. Máxime si el objetivo de este Consejo es favorecer a una determinada imprenta y a un político que de editor no tiene nada pero sí de ordeñador —de vacas y de arcas, dicen sus detractores.
Y si además el Estado echará a andar su armatoste para conseguir subvenciones de ONG y organismos internacionales dedicados a la promoción de la cultura, la posibilidad de establecer una disidencia sin necesidad de pedirle chiche al Estado, desaparece. ¿A quién privilegiaría la ONG? ¿A la modesta Fundación Cultural El Diletonto o a la Fundación Cultural El IVEC?.
Ese es el peligro fascista que entraña esta política cultural tan integral, democrática y sensible. De ahí que sea en la Iniciativa de Ley presentada por el diputado Atanasio García Durán y elaborada por Ramón Acebo y Sara Arróniz, en el proyecto delineado por Sergio Villasana Delfín, nos encontremos con idéntica fantasmagoría: desmantelar el IVEC, derogar su Ley, crear una nueva Ley, establecer Consejos, agremiar a los intelectuales. No contentos con modificarla en el 2003 para que el IVEC quedara sujeto totalmente al Ejecutivo Estatal se busca ahora derogarla, crear otra.

* El Diletonto es tan tonto que confunde el ICQ con el IQ. Aquí en la Redacción sólo atestiguamos, no disentimos